Nuestro siempre amado Ravishing Punk se lia la manta a la cabeza, y nos cuenta sus impresiones sobre un disco. Lo aplaudimos, y deseamos que esta sana actitud dure muchos años.
A un servidor no le gusta mucho eso de comentar discos. Con los medios disponibles, debido a la bondad del excesivo progreso tecnológico, creo que esta práctica se ha quedado un poco obsoleta. Y que diantres, que no se me da muy bien eso de comparar unos grupos con otros, y mi cultura musical no es que sea muy exquisita. Eso sin citar que ya hay gente que se dedica a la tarea con gran fortuna y acierto; sin embargo, varias motivos de peso me han hecho cambiar de opinión. En primer lugar que cierto compañero de esta, su página amiga, es un tanto pesado, incluso por uasap, y aunque nos separe todo un Mediterráneo, ya me ha encargado la siempre ingrata misión de glorificar a las viejas glorias, para que todo el mundo me diga que estoy anclado en el pasado, que soy un cascarrabias y que tengo que abrir mi mente y mi corazón a las vanguardias. Otra razón de peso pesado es ejercer un oportuno contraste con la deriva barbudista melancólica en la que se han embarcado mis compañeros. ¡¡Basta ya de Otoño, de filósofos y de complejos estados emocionales!! Y por último, a través de estas pequeñas críticas, pretendemos contribuir, modestamente, con algo de publicidad a sellos y personas que tanto hacen por nuestro amado PUNK, sin pedir gran cosa a cambio.
Por todo esto, voy a comentar discos pero intentaré centrarme más en las historietas y anécdotas, que en comentar fríamente las habilidades y destrezas musicales de los interfectos.
Y nada mejor para empezar, que hacerlo con el mejor sello de la actualidad, Paramecium Records, que se dedica a reeditar singles de grupazos de la Pérfida Albión. Bien Punk o bien Revival Mod, unos más conocidos, otros menos, pero que tienen en común lo caro y difícil de encontrar que son para los pajeros coleccionistas los discos originales, y que son todos auténticos grupazos como la copa de un pino del parque de la Fuente del Berro.
En este caso nos encontramos ante su decimosexta referencia en apenas un par de años de vida. El grupo protagonista son los Wasps, banda pionera en esto del punk en la localidad de Walthamstow, y casi en toda la Gran Bretaña ya que se formaron en fecha tan temprana como febrero del 76. Por si acaso, conviene aclarar que no se trata de la asquerosa banda Jevy-Glam yanki de los 80 de nombre casi idéntico, sino que esta es una banda de punk como suelen mandar los tópicos sobre el 77, ya sabéis, voz cockney, medio de pito, medio cabreada, las típicas influencias de la Velvet y los Stooges y las características guitarras “pistolianas”. Y todo ello acompañado de la clásica imagen de la época con los pelos de punta, americanas hechas polvo y pintarrejeadas, feísmo, etc, etc… Una maravilla al alcance de tus manos por muy poco dinero.
Como anécdota, contar que este grupo debería ser algo más popular en nuestra piel de toro, mejor conocida como Estado Malvado Opresor, Ejpaña o lo que sea, ya que nuestros protagonistas salieron en un pionero documental sobre el Punk para Informe Semanal, o programa similar en el 78, además de salir también en el especial que hizo Metrópolis (el programa ese para pedantes y estetas) sobre los diez años del punk en 1986, donde salieron anunciados como paradigma de grupo punk malo muy malo malísimo; como comprobareis si escucháis los enlaces que os pongo, los pechos fríos esos de Metrópolis no tenían ni puta idea de Punk.
RavishingPunk.
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