Declaración de principios

«Nuestra cultura se ha convertido en un aburrimiento, comprado y vendido, donde no ocurre nada nuevo. Excepto que parece que la gente esta más y más aterrorizada por el mañana, pues todo lo nuevo continua pareciéndose a lo viejo. Y lo viejo sigue pareciendo hermoso.» Malcolm McLaren.

 

 

Finalmente, el temido momento que aguardábamos, presos de la excitación y la rabia, ha llegado. El progreso ha ganado la partida a la calle. El, otrora pétreo e inhumano asfalto que los jóvenes recorriamos con júbilo, reinando en noches eternas y desafiando toda autoridad, ha dejado de ser nuestro escenario cotidiano. Ahora, que vivimos en tiempos donde la fría ciencia se ha adueñado de nuestros corazones impulsivos, todo circula en haces de comunicación, dirigidos a zafios golpes de teclado. Pues bien, si creíais que os abandonaríamos a vuestra suerte, huérfanos de verdad que llene vuestras vidas de sentido, estábais equivocados. Hemos venido para tomar, al asalto, un espacio que nadie se había molestado en reclamar. Hoy nace el webzine Un Minuto De Gloria, para llevar el caos a la comodidad en la que os habéis instalado. A vuestro rincón de confianza. Os guste o no, ya nada volverá al punto de partida. Una revolución se fragua a lo lejos, y poco a poco se va a introducir en tu cabeza.Y recordad que sois vosotros los que nos habéis obligado a ello.

¿Es la música un entretenimiento frívolo e insustancial?¿O quizá un medio de atormentar a la gente con profundos y sensibles mundos interiores o elaboradas y utópicas teorías?¿Ha muerto el fanzine de papel o vive por siempre en nuestros corazones? Tenemos la respuesta, pero no os la daremos todavía. Aunque os anticipamos que ya nada importa. Vamos a seguir marchando hacia adelante, como ya hiciera el general Vasily Ivánovich Chuikov sobre Berlín. Vamos a extender la palabrería que aflora, entre los claroscuros de bares, salas de conciertos y aceras ajardinadas. Y vamos a exhibirla con toda su crudeza. Siendo así, es materialmente imposible que mucha gente se vea reflejada aquí. No desesperéis. Tampoco se pretende. No buscamos bandas de éxito, ni frivolidades de entretiempo. Tampoco el último juguete del sello discográfico de moda. Ni que nos sigan estilizados maniquíes de miradas lánguidas. Tenemos claros nuestros objetivos, y aunque, en ocasiones no comprendáis, debéis depositar en nosotros vuestra confianza. ¿Por qué no pueden ser unos perfectos desconocidos los que decidan qué os gusta y qué no?¿Acaso conocéis la identidad de quienes toman otras decisiones por vosotros?

 

 

Nuestro objetivo es crear una plataforma donde todo el mundo se sienta cómodo, como si estuviera en el salón de su casa, ante una pantalla donde suceden cosas. Por desgracia, todos somos conscientes de los peligros que acechan en algunos hogares, y no podemos consentir que nadie sufra un accidente de consecuencias irreparables. Por lo tanto ejerceremos un control, con su férrea censura incluida, sobre comentarios, colaboradores y todo lo que rodee a este espacio. Esta ardua tarea no la hacemos por capricho, si no por vuestra seguridad. No debemos tolerar que nadie venga con ideas exaltadas a llevaros al desamparo. Sabemos que, en ocasiones, fallaremos, pero por cada uno que se vaya… llegarán miles!

La cabeza que dirige esta web no forma parte de ningún grupo organizado, ni vanguardia musical. Es un colectivo autónomo, apoyado por una vasta red de contactos afines a la idea, que busca conspirar contra la información musical unidireccional que sufrimos. Las opiniones vertidas aquí son responsabilidad de la sociedad, y su falta de valores. Los contenidos son propiedad colectiva porque existían antes que nosotros, y son consecuencia de todo lo que vemos y oímos, pero nos negamos rotundamente a que se haga un uso comercial de ellos, tal como están aquí expresados. Apoyamos la música y a quién la crea autónomamente, así como a quién hace un esfuerzo sincero por sacar proyectos adelante. Todo el material, no propio, compartido aquí, tiene el beneplácito de sus creadores.