Y a falta de Punk que rebose por nuestras orejas, seguimos con Power Pop estiloso y con solera. Fashionism es una banda integrada por habituales de las noches musicales de Vancouver en grupos como los ya legendarios Tranzmitors, los oscuros y contemporáneos Night People o los enérgicos y setenteros The Jolt. Todos llegaron en una u otra época desde la Canada profunda, hastiados con sus vidas de cazar osos y beber sirope de alce, o lo que sea que se haga en esas tierras, para disfrutar de la vida social que ofrece la citada ciudad próxima al Pacífico.
Este disco contiene la discografía completa de la banda hasta la fecha, compuesta por cuatro singles editados desde 2015 y, según dicen, difíciles de encontrar hoy día. Además esta ‘Weekend’, un tema nuevo tan pegajoso y adictivo como cualquiera de los que le acompañan. Las canciones no están alineadas según su orden de aparición en los discos, sino que van alternadas unas con otras componiendo un cóctel variado de ritmos e ideas desarrollados durante media hora aproximadamente.
Y es que yo mismo me sorprendo, cada día más, de cómo me atrapa la mezcolanza de melodías pastelosas y coros acaramelados. Si a esto le añadimos unos teclados punzantes, pero contenidos a los momentos de éxtasis más álgidos, y un batir de palmas de los que te hacen saltar dentro de tus zapatos, tenemos la combinación ganadora para disfrutar de un gran disco, lo mires por donde lo mires. Por cierto, del teclado han prescindido en sus directos debido a la imposibilidad de incorporar a un quinto miembro a la banda. Esto lo he leído, ya que no he tenido la oportunidad de verles en directo. La pasada primavera tuvieron a bien realizar una gira para pasear su música por los gélidos encantos de Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania. y no me pillaba de camino a ningún sitio. Otra vez será.
El resto de aderezos armónicos lo componen guitarras «rocosas» y con presencia imponente, como las de «Back In The Day’, muy al royo Glam que adoran desde la distancia corta. Tampoco hay que tener un oído muy fino para saber que son entusiastas de las bandas británicas del Revival Mod, del Punk setentero y del Bubblegum Pop, en su más clásico sentido de la sonoridad adolescente y apasionada.
Así, por ejemplo, ‘One Shot’ mama de The Boys al ciento por ciento, aunque sea una entregada oda al consumo enfervorecido de café. ‘Nun Of That’ es una de mis favoritas por ser la que genera el desmadre y la locura que uno pide a un disco para que gire y gire en el plato su merecido tiempo. Esta basada en la turbia filia que el cantante siente por las monjas pervertidas del cine erótico italiano de los 70’s. Cada uno con su fetiche. En general, las letras transcurren entre la nostalgia de un pasado más boyante y la incomprensión de un presente intimidante. Cambios de ritmo y recursos que equilibran lo edulcorado con la garra, en este disco se respira un espíritu eléctrico que te clava las canciones en la cabeza por largo rato.
En el arte hay un poco más de ese blanco y azul que la banda usa de enseña y bandera, junto a un collage con fotos, portadas y carteles. Simple y dicharachero, no se pide más. Este disco es la clave para acercarse a estos vigorosos canadienses amantes de los acordes contundentes y la musicalidad más extrema. Hazte con él ahora, o arrepiéntete bien pronto.