Sé Lo Que Hicisteis El Último Concierto. Otoño 2017 (I)

Hola, soy Mugretone y posiblemente me conoces de otros artículos como “Llevar cresta no te hace Punk, soplapollas” o “Tribus urbanas: ideales cuando tienes 15, mala idea cuando pasas de los 30 ”. Hoy me toca iniciar esta nueva sección sobre críticas de conciertos en tu web amiga 1 Minuto de Gloria. A ver si así, los pobres, con colaboraciones de lujo como la mía, salen a flote.

Lo cierto es que dejé de hacer críticas de conciertos en mi blog hace ya unos añitos porque la verdad es que, tras la explosión de conciertazos que presenciamos en los 90 y los subsiguientes coletazos experimentados durante la primera década de este siglo, Madrid ha estado muerto en lo que a conciertos de Punk se refiere. Supongo que ha influido un poquito todo. El público cada vez más escaso, sin relevo generacional, el que determinados promotores que nos nutrían de conciertos abandonasen el Punk para dedicarse a estilos con más público y, por tanto, más provechosas económicamente y, por supuesto, una bajada del nivel de la escena Punk en casi todo el planeta. Pero parece ser que últimamente, este año y el pasado, las cosas están recuperándose un poco. Cada vez salen grupos mejores, en una escena mundial que se retroalimenta gracias a sellos como La Vida Es Un Mus, Total Punk o Lumpy Records, y cada vez nos visitan más grupazos de nivel. Y el público, aunque sigue siendo escaso en la mayoría de los eventos de andar por casa, comienza a petarlo tímidamente en determinados eventos, aunque solo sea, muchas veces, por aquello de dejarse ver en el concierto del grupo de moda.

Y, concretamente, este otoño estamos teniendo una temporada excelente en lo que respecta a visitas de grupos Punk de primer orden (crucemos los dedos para que la cosa siga así). Un mes y medio glorioso que ya vino precedido, antes de verano, por grandes brotes verdes que nos trajeron a la capital bandas del calibre de Decibelles, Plastic Heat, Anxiety, PMS 84, Bala, Exotica o Nightwatchers. Y es precisamente este mes y medio de oro que estamos viviendo, lo que me ha llevado a querer volver a escribir críticas de conciertos. Así que cuando los gerifaltes de esta web me preguntaron cómo podía colaborar, les dije que de esta manera. Algo que ya tenían pensado también ellos, je.

Pero vamos al grano, que hay mucha tela que cortar.

 

Cocaine Piss

 

Comienzo con el mejor concierto para mi gusto. Me enteré de puta casualidad de que dentro del Primavera Club tocaban Cocaine Piss (Bélgica). Me quedé con muuuuuuchas ganas de verles en el Funhouse en primavera porque la banda anuló la fecha a última hora por enfermedad de la cantante. Así que no perdí la ocasión de verles en la sala pequeña del teatro Barceló (antes Pachá), pagando la entrada de ese día del festival, por supuesto. Decir que el concierto fue la polla, creo que podría ser tildado de lenguaje sexista (me suda la ídem) y creo también que es quedarse corto. Y la cosa tiene más mérito porque hice doblete ese día, Venía de ver a Airbag (Málaga), que dieron, como siempre, un bolazo de lujo con todo el mundo saltando por los aires y con apoteósica invasión final de escenario. En el concierto de Cocaine Piss, los pocos que estábamos (tocaron los últimos en la sala pequeña y ya se había ido casi todo el mundo) no pudimos invadir el escenario, porque fue la cantante la que invadió la pista del público, para deleitarnos con sus enérgicos bailes bipolares y sus gritos desquiciados. Como poseída por un espíritu maligno y burlón, la muy hija de puta robó los corazones de todos y cada uno de los que nos encontrábamos allí, adorándola como una diosa pagana. El resto de la banda se limitó a escupir rabiosamente desde el escenario su Punk ruidoso y raruno, estridente e incómodo, mientras ella nos cautivó como solo saben hacerlo los locos que se escapan del manicomio y te tienen hipnotizado con sus convulsiones. Una puta maravilla, vamos. Tanto es así que actualmente son mi banda favorita en directo y también en disco. Para saber más sobre sus discos visita mi blog, no os voy a contar aquí todo, que no me pagan.

 

Melt Banana

 

También en el marco de un festival para modernillos, esta vez en la presentación del Villamanuela, tuvimos ocasión de ver a Melt Banana (Japón). Aunque esto fue distinto, gracias a la popularidad de la banda. Compramos las entradas unos meses antes en cuanto vimos que venían, y además a una sala tan pequeña como Siroco. Por supuesto, se quedó mucha gente en la puerta, sin entrada, sin poder ver al dúo japonés más loco de los últimos años. Lo cierto es que no suelo disfrutar de conciertos en los que casi todo va pregrabado, pero con Melt Banana hay que hacer una excepción, claro. No te queda otra que rendirte a la caña que meten y a la fuerza y locura de sus canciones. Y más si llevas siendo fan de la banda desde hace años… Ella, armada únicamente con una maquinita con muchas lucecitas que cabía en la palma de su mano y el micrófono, y él con su sempiterna mascarilla y su guitarra, desataron el pogo desde el minuto cero en un concierto único que recordaremos durante mucho tiempo. Tocaron un poco de todo, un set de temas cortitos de 20 segundos (las canciones que más me gustan de su repertorio), sus temas más largos y enrevesados y, por supuesto, sus versiones de clásicos destrozándolas completamente. Alucinante el ‘What a wonderful Word’ que se marcaron, acelerándolo hasta el infinito, masticándolo y escupiéndolo en nuestras putas caras. La única pega es que el concierto duró más de la cuenta. Y por más de la cuenta quiero decir más de 20 minutos, que es lo que tiene que tocar un grupo Punk. Aunque hagan post post post Punk, no es de recibo tocar una hora si tu estilo es tan enérgico y acelerado. Eso sí, aguantaron el ritmo, todo hay que decirlo.

Y precisamente también por pasarse de los 20 minutos de rigor, igual Lumpy and the Dumpers (USA), no se llevan el primer primero, arrebatándoselo a Cocaine Piss, y se quedan en una segunda posición, compartiendo podio con Acrylics. Y es que, quitando las dos canciones que añadieron (no estaban en el set list), una de ellas una versión de Ramones (menos mal que se dieron cuenta del error y pararon a tiempo), el concierto fue increíble. Lo pasamos teta desde ‘Eel Goo’ con el que abrieron hasta el ‘Face the Meat’ de cierre, pasando por la brillante versión de Eskorbuto (un detallazo para con el público español) y por todo un repertorio sin apenas espacio para descansar, temazo tras temazo, ruidazo, caos, energía, actitud, pogo a saco y una sonrisa de satisfacción en la cara de todos los presentes. Es cierto que este concierto sin el público rompiéndose la nuca hubiese quedado un poquito deslucido, y es algo que nos temíamos al estar programado un lunes; pero al final la gente venció la pereza y al frío para acudir a ver a las estrellas del momento, aunque fuese solo para cubrir medio aforo, pero suficiente para el pogo. La verdad es que los cabrones se salieron e hicieron que su Punk incómodo, desagradable y sucio, nos resultase “cómodo”, “agradable” y “limpio”. Bueno, limpio no, que había un hijo de puta al que le cantaba el sobaco cosa fina. Hay que ducharse antes de venir a los conciertos, costrosos.

 

Acrylics

 

Los Acrylics (USA) sí que tocaron los 20 minutos exigidos en el libro de buenas maneras. Y es que casi todos los grupos extranjeros actuales de Punk es lo que tocan. Más aburre, joder. Es la misma puta canción todo el rato, ¿no te das cuenta? Además en 20 minutos puedes desplegar mucha violencia e intensidad, concentrándolo en ese lapso de tiempo. Si tocas más, las fuerzas y la energía se diluyen. A ver cuándo aprendemos los españoles, que es una puta vergüenza que los teloneros toquen más que el grupo cabeza de cartel y que algunos hasta toquen bises. ¿Qué puta mierda es esa? Es cierto que si este concierto se hubiese celebrado en una sala más grande hubiese quedado algo diluido en lo que respecta al ruido atronador y el escaso público no hubiese dado la sensación de llenar la sala. Pero en un pasillo como el Wharf no tuvimos escapatoria y estuvimos apiñados dándolo todo hasta que nos sangraron los oídos. Menudo ruidaco que metieron los americanos estos a base de Hard Core ultraincómodo y martillazos en la sien. Carne de gallina y, ya os digo, junto a Lumpy, para mí, medalla de oro en lo que llevamos de otoño de glorioso Punk.

 

Haram
Haram

 

Conciertazo también fue el de Haram (USA) en la Coco, pero desde luego no se puede comprar a la brutalidad de los Acylics. Y eso que metieron mucha caña y tocaron el tiempo justo que hay que tocar. Pero quizás la sala sonaba algo baja y el espacio es muy abierto. Puede que en el Wharf hubiesen triunfado más. Aún así, defendieron muy bien su agresiva propuesta de Hard Core Punk con letras en árabe y merecen buena nota. También es verdad que después (eran teloneros, pero el cantante llegó tarde) tocaron las reinas del Queer Core actual, los Toys Sararas (Madrid) y nos dejaron a todos con el culo torcido. Estos mariconazos combinan tralla Crust de voces totalmente destrozadas y velocidad de vértigo con letras y vestuario sarasa, con un gran sentido del humor a base de exagerar hasta el ridículo la pluma. No más heteros en nuestros barrios!!! Muerte al estado y viva el cruising!!! La versión de Limp Wrist más que correcta, demostrando que además de tener gracia tocan de lujo y tienen buen gusto, pero sin duda la estrella fue la versión de Fangoria de ‘Mi Novio es un zombie’ (versión a su vez de Vegetales, ya sabes) transformada en Mi novio es un sharpero. Hilarante.

Bugs and Rats (USA) nos dieron una lección de cómo volar cabezas a base de rudimentarias (e imaginativas, eso sí) baterías cavernícolas y afinaciones raras y molestas. Público más que aceptable para ser una banda totalmente desconocida y tocar un lunes. Pero qué duda cabe de que el concierto hubiese molado mil veces más en una sala abarrotada con un público entregado que se supiese las canciones (si es que es posible sabérselas). Muy buenos y muy paletos también.

Eke Buba (Croacia) atronaron también de la hostia. Esta vez en el Wharf (ya sabes, no hay posibilidad de escapar a la avalancha sonora en ese minúsculo pasillo). Hard Core Punk muy cabrón. Excelente concierto. Lástima que estuviésemos cuatro gatos. Pero lo disfrutamos.

Generación Suicida (USA) lo tenían todo a su favor. Sala aceptablemente llena para ser un jueves, grupo alabado y respetado por todos, canciones acojonantes y en castellano que nos es más fácil cantarlas a grito pelado y, sobre todo, muchas ganas por parte de la peña. Que ya había llovido mucho desde que nos visitaron la primera vez. Y no se puede decir que estuviesen incorrectos, para nada, pero es que los tíos son unos sosos del copón. Un concierto lo hacen a medias público y grupo, pero aquí las ganas las echamos solo nosotros (bueno, y la batería). No les voy a dar un suspenso porque moló, pero desde luego, comparando sus conciertos con los de Lumpy, Acrylics, Eke Buba o Cocaine Piss, se quedan muy abajo. Si la excusa es que era final de gira y estaban cansados… pues que no hagan giras tan largas, joder. Yo creo que son más bien unos sosos. Eso sí, siguen siendo de mis grupos favoritos del momento (al menos en disco).

Otro gran concierto, de un rollo totalmente distinto esta vez, fue el de Spectres (Canadá) en el Funhouse. Aquí sí estaba justificado que tocasen más de 20 minutos porque no son ni un grupo de Punk, ni uno de Hard Core, ni tocan a toda hostia. Spectres facturan hits instantáneos de Post Punk oscuro con un ojo puesto en la frialdad de Joy Division y compañía, y otro en la calidez Pop de los Smiths. Temazos, musicazos y un cantante con una voz privilegiada. Nos convencieron a todos, la verdad.

No como Kaelan Mikla (Islandia) que solo gustaron a los putos siniestros que ven a un grupo de negro jugando a hacer rituales de magia y les suda la polla si tocan Folk, Electrónica o Heavy Metal, si tocan bien o mal, o si las canciones molan o no; directamente se les caen las bragas al suelo. Lo de estas tres brujitas fue un poco timo, la verdad. Tanto es así que nos salimos a la mitad unos cuantos. Abusaron de su parte más atmosférica y coñazo para dormir a cualquiera y ni rastro de los gritos Punk ultramolones que contenían la mitad de sus temas en disco. Fraude y de los caros. 12 anticipada (más los putos gastos de robo/gestión) y 15 en taquilla. Una puta vergüenza cuando podemos ver a bandas como Lumpy o Generación Suicida por 6 euros, o a Haram por 3!!!

 

Nebraska Y Las Pegamento

 

Y para acabar he de hacer una mención a la brillante idea de Jeena de hacer una noche de Halloween Punk a la americana, con grupos de ahora convertidos en grupos tributos de un día de clásicos del Punk ibérico, vestuario incluido. La Stacy para mi gusto fueron los más animados y lo cierto es que clavaron muchas de las canciones de La Stasi, con desafines y partes arrítmicas, y hasta la intervención de Juanillo en el tema ese tan feminista que tenían, jeje. Último Recorte y Siniestro Parcial no acabaron de llenarme, quizás esperaba más, no sé, o también puede ser que al verlo desde atrás se vive de otra manera, y que vino la policía también y tuvimos que desalojar unos cuantos por si acaso contaban el aforo. Pero sin duda las estrellas de la noche, el grupo que me enamoró fueron Nebraska y las Pegamento. Vale, tocaron como el culo, llevaban todo cogido con hilos, pero realmente no creo que difiriese mucho de un concierto real de Pegamoides. Aunque por supuesto Alaska sabe cantar un poco, je. Y no fue solo su actitud naif y su vestuario nueva olero, es que escogieron un repertorio mágico con casi todos mis temas favoritos. ‘Muy Cerca de ti’, ‘Mar de dudas’ (de la maqueta), ‘Otra Dimensión’ (aunque aquí la voz estaba más lejos que nunca ya que la cantaba Berlanga originalmente), ‘La Rebelión de los Electrodomésticos’, ‘Bote de Colón’… Si hubiesen tocado también ‘Dr. Spock’ y ‘Murciana’, directamente hubiese pensado que yo les había elegido el repertorio. Bueno, que lo pasamos de puta madre. Queda ver si el grupo va a seguir y si se les daría igual de bien (bien=divertido) hacer temas propios. Gracias chicas.

 

 

Pues lo dicho. Vamos a ver que nos deparan el final del otoño y el invierno. Esperamos seguir en racha de conciertazos.

Mugretone.

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