Más estruendos desde los infectos rincones de la zona metropolitana del Df. Este Lp es el sonido de la cochambre que llama a tu puerta, y la bola de ruido que la tira abajo si tardas en abrir. Diez temas en los que la batería va machacando tus oidos, y una voz furiosa y aguda penetra en tu cerebro llevándolo al colapso. En general, no domina la ultravelocidad desbocada, e incluso hay algún tema más oscuro como ‘Muerte’ (mi favorito) donde la escalada de violencia es gradual, pero el ritmo es acelerado y temerario en casi todas las canciones, que no suelen llegar a los dos minutos. No es un estilo novedoso dentro del Hc hecho a mala ostia, pero si es de lo más estridente que yo he oido desde hace tiempo. Un doloroso cubo de agua helada cayendo sobre tu cabeza.
Las letras versan sobre sentimientos oscuros, decepciones lacerantes y cierto pesimismo que, a pesar del titulo del disco, no augura tiempos para la esperanza. México es escenario de un montón de situaciones donde el conflicto aflora con muy poca necesidad de buscarlo. Aun así, hay quienes no se resisten a permanecer mudos ante ese cúmulo de despropósitos, y expulsan sus demonios en discos como este. El arte de la carpeta es, a un tiempo, perturbador y misterioso. Ilustraciones de trazo confuso en rosa pálido, en las que se adivinan imágenes brutales. ¿Es el nacimiento de ese mejor futuro? Pues parece que va a doler. El insert, con las letras y más explícito, derrocha una decadente puerilidad Punk.
Esta banda lleva unos tres años en activo en la Ciudad de México y un buen número de conciertos, en los que se puede recibir esta sobredosis relámpago de ruidera mortal. Forman también parte de bandas afines como Riña, o anteriormente, Avichines o Trauma.