Yo trabajaba en Licorize Pizza, una tienda de discos que estaba cerca del Whisky. Habia un montón de fanzines y singles británicos de importación. Ahi es donde empecé a vender mi pequeño comic fotocopiado «Life In Hell». Me gustaban mucho X, the Weirdos and The Germs. Y me encantaba Geza X. Por estar más relacionados con la comedia me gustaban también Black Randy, The Mentors, The Dickies y Go-Go’s. Era un gran fan de la escena Punk local.
Los punks que venian a la tienda eran una mezcla de chicos idealistas que estaban a tope dentro de la escena, y de otros que solo venían a montar un lío para distraernos y poder robar algo. La mayor parte de estos últimos eran los Germs o gente de su entorno. Cada catástrofe, cada fechoría escandalosa o acto de vandalismo, siempre era culpa de los Germs. Recuerdo una vez que unos punks entraron y prendieron fuego al pelo de Rodney Bingerheimer (promotor local y locutor de radio). O también cuando unos punks cogieron el contenedor de basura de la parte de atrás de la tienda y lo llevaron rodando hasta San Vicente, chocando con todos los coches de la calle.
Matt Groening (creador del comic «Life In Hell», Futurama, Simpsons, etc…), en el libro Lexicon Devil, sobre la «corta y rápida» vida de Darby Crash y los Germs. Ahora no cuesta tanto entender qué elementos le han servido de inspiración para crear unos personajes tan depravados, viciosos y turbios. Y en ocasiones, también un poco miserables. Toda ficción se ve superada por la realidad que nos devora.