Elegí el Punk porque pensé que era el único sitio donde podía hacer lo que quisiera y no había bandas de guays. Pero muy rápidamente empecé a darme cuenta que estaba totalmente equivocado, que era como todo lo demás. Desde el principio empecé a rebelarme contra eso, y siempre he tenido problemas por ello. De hecho no sé ni porque hice carrera en la música… La razón porque la gente dice que soy de derechas, y no lo soy en absoluto, es porque la voz predominante en el Punk es de izquierdas, y eso tengo que denunciarlo. Si la voz predominante fuese de derechas, también lo denunciaría. No solo por llevar la contraria, sino porque estoy en contra de cualquier tipo de lealtad irreflexiva a algo. Me tomé en serio lo que decía el movimiento Hippy, y también el Punk: cuestionar todo. Pongo en duda todo, incluso tu insistencia con que yo cuestione todo.
Ben Weasel, cantante de Screeching Weasel, el año pasado en una entrevista a una web italiana con motivo de la presentación de su último disco, una ópera Rock llamada Baby Fat, que tiene pinta de ser una ida de olla de dimensiones bíblicas. Nunca mejor dicho esto último porque, como se puede leer en la entrevista, Ben se ha convertido en una especie de gurú católico al tiempo que amante de la alta cultura. Lo que se conoce popularmente como que «juega en otra liga». Aunque eso no invalida para nada el significado esencial de la cita que os presentamos hoy.
Gracias a Juan (Bit Of/Mártires de Uganda/Los Putos Frimans) por la cita.
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