Ocho canciones de hardcore lleno de ansiedad, pasión y rabia cargada de excepticismo. El nihilismo más extremo con cuerdas chirriantes, un bajo que nos abomba la cabeza y una voz que nos escupe la frustración contra la maldita y tediosa vida en este mundo. Diez minutos de claustrofobia sonora a 45 RPM. Editado por La Vida es un Mus, este disco es un buen pasaporte para adentrarnos en la Barcelona más infecta y desoladora que jamás hubieses imaginado. Como foto de portada, una colorida y desvirtuada cara dibujada que nos mira llena de angustia, atípica para un disco de hardcore, pero capaz de crear una imagen propia y única de la banda. En sus filas cuenta con el regreso de la voz de Firmeza 10 más cabreada que nunca con otros miembros de bandas como Glam, Über o Destino Final.
La Negra