Una vez hablé con Lydon. Le di la mano y le dije que era mi héroe. “No soy ningún héroe, tío –me replicó con una mirada pavorosa y una sonrisa maníaca- Olvídate de los héroes, ése es mi consejo; yo no tengo héroes, no me sirven para nada.” De ese modo, educadamente, le dije: “Vete a la mierda”. “¡Así me gusta!”, exclamó riéndose.
Neil Mc Cormick, periodista del Telegraph, a cuento de la nueva biografía de nuestro “héroe”, John Lydon, La ira es energía, de reciente publicación en nuestro cacho de piel de toro.
