Noticias viejas llegan a la redacción: La Navidad ha iluminado al pueblo una vez más, enseñándole que hay toda una gama de texturas y sabores en los narcóticos que pasan por sus manos. ¿Qué pasaría si todos utilizasemos comparaciones basadas en la droga para nuestras conversaciones cotidianas?¿Un nuevo diccionario para tiempos modernos no es lo que realmente nos hace falta? La nueva forma de luchar contra el Sistema podría ser un uso desproporcionado de todo concepto antifarmacológico prohibido que confunda a la sociedad hasta que sea capaz de elevar una airada protesta a los guardianes del orden: ellos mismos controlando los medios de comunicación y las redes sociales.
Niños reclamando golosinas de vivos colores como las pastillas de extasis o abuelos solicitando su carajillo con el amargo gusto retronasal del spiz. Ya no hay freno en el camino de la autodestrucción y las imágenes cegadoras se insertan en nuestras retinas a la velocidad que esnifas tu último aliento. No te des la vuelta, escapa por ese callejón y deshazte de las pruebas incriminatorias.
Me gustas más que to el hachís de Ketama…
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