Todo comienza con un grupo de tímidos y respetuosos muchachos sobre el escenario, y algunos incondicionales (igual de tímidos y respetuosos) haciendo coros..
Chino, que es un poco excéntrico, toma el control enfureciendo a las masas e instalando oscuros deseos en nuestras mentes, a través de su voz…
… pero vuelve la calma, y con ella, los delicados y sobrios cantos a la vida respetable que uno espera en un grupo de Punk.
Charly, que es un joven que parece tener tres piernas (por el sonido reiterativo de su bombo), comunica que le gustaría tomar un refrigerio debido a la emoción que esta sintiendo por tocar ante nosotros. El nombre de jugo de vulva suena en mi mente. No sé si tiene alguna relación.
La ropa, esa imposición social que delimita nuestra sexualidad y se empeña en protegernos del saludable frío, empieza a ser un estorbo para visibilar las emociones que empiezan a aflorar entre los miembros/as de la banda y su círculo más íntimo.
El espectáculo se completa magistralmente con coreografías que buscan unir la simetría con el concepto de lo efímero, referido al acto de introducir líquidos en tu cuerpo para expulsarlos pasado un tiempo. No estoy seguro de que la metáfora fuese comprendida correctamente, sin embargo.
Danzas originarias de la sierra madrileñas son bailadas con frenesí y esmero para afianzar el origen agreste de la banda. El respeto por las formas, y una buena presión en las nalgas, son condición inexcusable para formar parte del colectivo de apoyo a Penetrazión Sorpressa.
Termina antes de lo esperado en ellos, y para no dejar nadie con ganas de más… se sacan las pollas!
Pasadas las tres y media de la madrugada, y tras un número extremo de bandas de futuro incierto, salen Sagrada Familia a la platea. Monje representa una escena de la Capilla Sixtina para inflamar los ánimos del público. La treta surte efecto al atesorar éste un mayor número de refencias artísticas en su sobrio intelecto.
La función es ejecutada impecablemente, y una sensación de protección rodea a los músicos y sus seducidos seguidores.
La interpretación de ejercicios de estilo, y las reminiscencias de tiempos que se añoran en vano, son evidentes para los que han estudiado la Sagradas Escrituras con dedicación.
Doloroso placer es el resultado final que arroja una noche de exaltación sin tiempo de digerir.