Es ya un clásico empezar estas crónicas diciendo que en otro tiempo, en otro lugar, es muy posible que no me hubiera tomado la molestia de ver que tienen hoy en día que contarme los Vibrators, pero dado que vivo un momento de mi vida en que ver una banda de Punk de mi agrado es tarea casi imposible, y que frecuentemente me dejo llevar por el principio hedonista de darme algunos placeres, tampoco tardé mucho en decidir que tenía que dar una oportunidad a estas viejas glorias. Hay que tomar las cosas como vienen, y disfrutar en la medida de las posibilidades. Lo de hacerte una limonada con la vida, y todo ese royo barato de supervivencia, ya sabéis..
Últimamente veo en las redes sociales lo mucho que han disfrutado algunos amigos con los conciertos de Damned, GBH o Total Chaos en Madrid. Y fotos por aqui y pogos por allá. Pues bien, no me dais envidia, cabrones, por que a mi las agresivas, aunque edulcoradas, melodías de Vibrators me gustan mucho más que las bandas anteriormente citadas. Vale, habría que sacar los tres primeros discos de Damned del saco, pero puesto que se han convertido en una banda de Rock sinfónico que toca dos horas, pues tampoco me interesan mucho sus directos actuales, la verdad.
Gracias a informaciones que nos llegan de nuestros contactos afincados en la pérfida Albión sabemos que Knox, alma del grupo abandonó la banda hace algunos años debido a problemas de salud, por lo tanto solo queda el batería, Eddie, como miembro original de la banda. Pete, que es el responsable del bajo desde la última década, junto a Darrel Bath, un guitarrista de Blues que ya ha colaborado con otras bandas como UK Subs, Dogs D’amour o Nikki Sudden Band, completan la formación. Pues bien, la banda salió al escenario con determinación, sin muchas poses ni concesiones a la galería, y se puso a descargar clásico tras clásico sin apenas descanso. Comentar que el lugar del concierto era un moderno teatro dentro de un complejo cultural, situado en un entorno decadente y surrealista a más no poder, ambientado con las luces de colores de semiclandestinos locales de prostitución, a las afueras de la ciudad de Tesalónica. Como sala de conciertos el local es amplio y no tiene mala acustica, pero lo cierto es que no habría más de media entrada, más o menos, al momento de tocar Vibrators, por lo que supongo que el sonido se perdió un poco en el espacio. Aún asi, como soy un ignorante en estos temas no puedo dar más explicaciones. Yo lo escuché bien desde primeras filas. Citando de memoria, y no en estricto orden, sonaron Sweet Sweet Heart, Whips and Furs, Baby Baby, Amphetamine Blue, Troops Of Tomorrow, Disco in Moscow, Judy Says, Automatic Lover, London Girls, y bueno, también otros temas que no conozco, de sus varios discos y que siempre hay que meter para rellenar el set list, porque son buenas composiciones, amadas por sus autores y bla bla bla… No recuerdo que faltara ninguna en particular de las que quería oir, y reconozco que salté y disfruté como un enano. La banda interactuó con el público de forma natural, y al cabo de algo menos de una hora, dieron el punto final, sin bises, ni ostias. Un concierto correcto que no pasará a la historia, pero que yo declaro altamente satisfactorio para mi persona, ya que me hizo sentir un flujo de energía casi olvidado, corriendo por mis venas. No obstante, creo que en una sala más pequeña y con un público más entregado ganaría mucho, y sería un espectáculo más que recomendable.
El festival en el que tocaban no era particularmente un evento Punk, por lo que me abstendré de comentar el resto de bandas que no eran en absoluto de mi interés, y apenas llegué a escuchar desde la distancia. Si acaso mencionar The Last Drive, una banda griega de los ochenta de aire Surf-Rock oscuro que aunque sus temas me habían gustado al oirlos en casa, el directo se me hizo muy pesado y largo, por lo que escapamos antes de que terminara. Es curioso que tocaran después de Vibrators para cerrar la noche, pero parecía que eran la principal causa para la mayor asistencia de público, por lo que entiendo que correcto, al fin y al cabo.
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