Era mucho mejor estar allí que en casa de mi madre con mi jodido padastro. Y conocí a algunos tipos con los que luego seguí en contacto, aunque la mayoría de ellos acabó en la cárcel o tiroteados por la policía. Creo que en mi caso, como en el de muchos jóvenes de aquel momento, la música nos salvó de hacernos profesionales del crimen.
Steve Jones hablando de su experiencia en el correccional de menores, nadie dijo que la vida de los punkis fuera fácil.