Imaginad el Londres del 77, con la hiperactiva escena musical petandolo por todos los ángulos, entre todos estos saraos, el punk tuvo su minuto de gloria que marcaría el camino de muchos acontecimientos posteriores. Llegados ya al año 80 eran tiempos de cambio, parafraseando el maravilloso libro de Andy Blade «The Punk chronicles» hubo un momento en el que aquello se nos fue de las manos, chavales hasta el culo de anfetas, parcheados y con botas asolaban Kings road. Por otro lado el movimiento más garrulo, patético y lleno de perdedores esnifadores de pegamento empezó a hacerse notar (ndr: se refiere a los skinheads). Imaginad como estaba el percal, pues bien, un tío más mayor que poco tenía que ver con aquella escena se montó un alter-ego llamado «Captain Zip» y se puso a patear las calles en busca de punks y acción. El hombre encontró una nueva razón para vivir y llegado el momentó tomó una cámara super-8 y empezó a grabar todo lo que veía.
Pues bien, Death is their destiny son esas grabaciones caseras de todo aquello que sucedió entre el 78 y el 81. Simple, pero bastante interesante y entretenido de ver, sobre todo para aquellos que van de «es que esto no es punk, esto si es punk…» las cosas fueron así, es lo que hay. Incluso si prestan atención podrán ver algunas caras conocidas….
Un reflejo fiel, hecho sin más intención que mostrar un momento clave de la cultura musical del siglo XX. Disfruten.