Ha llegado la hora de contestar todas esas dudas que han llegado en tromba a nuestros oídos. Antes de lo esperado el Profesor Gordon Westbourne se pone manos a la obra y aporta un poco de luz ante tantas y tantas confusiones que se dan en nuestro día a día. ¿Para que compartir tus inquitudes con alguien cercano, si tienes a un experto en la materia al alcance de tu teclado? No lo dudes más y dirígete a nosotros, y por extensión, al Profesor, para saber en que disco o concierto debes gastarte el subsidio de desempleo, o que habitos son más provechosos para ti y tu pandilla. ¿Son sitios seguros las raves?¿Ha pasado ya el boom de Los Saicos? Sigue leyendo y encontrarás lo que buscas.
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Marcos (19 años. Vigo): Tengo un grupo con unos colegas y nunca viene ni dios a vernos. Nosotros nos lo curramos, se lo decimos a todo dios, hacemos evento en facebook e incluso pegamos algunos carteles, pero a la hora de la verdad nunca vienen mas de 20 personas, eso me desespera y hemos pensado dejarlo ¿Cómo se hace para tener mas publico?
Estimado Marcos, esa es una pregunta muy habitual en jovenes bandas. Como en muchos otros ámbitos de la vida, lo importante no es la cantidad si no la calidad. Si la verdadera motivación para entregar vuestro valioso tiempo de ocio a hacer música es llenar estadios y que os palmeen la espalda, en lugar de pasarlo bien, expresaros lo más libremente posible, y liberar hormonas, creo que quizá deberíais buscar otro entretenimiento a la mayor brevedad posible. De todos modos, ¿Estás seguro que todos en la banda opinan igual que tu? Una posible solución para tu aflicción es cambiar de instrumento, ya que ese mal es habitual en cantantes y guitarristas.
Rubén (Majadahonda, Madrid): Profesor, tengo un amigo que insiste, a la menor ocasión, en que Los Saicos son la primera banda de Punk, y los más salvajes e innovadores, y una enorme influencia para las bandas de los setenta, y bla bla bla… La verdad es que no es la única persona a la que se lo he oido, pero no termino de creerlo ¿Tienen ellos razón y yo estoy equivocado?¿Es una moda pasajera?¿Cuando calcula que acabará?
Estimado Rubén, por desgracia esas ideas se han convertido, en los últimos años, en el cansino y recurrente mantra que repite cualquier persona sin mucha idea, pero que pretende hacerse pasar por entendido. Los peruanos fueron indudablemente una buena banda en su contexto, el cual esta diametrálmente alejado de lo que conocemos como Punk, en cuanto a sonido, tiempo, y lugar. La mayor parte de quienes recitan esas frases, por otra parte, solo ha escuchado el tema «Demoler», y basa sus opiniones en él, en exclusividad. Esto es un error manifiesto, ya que el resto de temas distan, aún más, de lo que entra en el, ya de por sí bastante abierto, abanico de sonidos que se denominan Punk. El tema de porqué todo es más bonito con la etiqueta Punk, lo dejamos para otro momento. En definitiva, todos sabemos que las conexiones que se pueden hacer entre bandas anteriores a 1976 con las posteriores, que tanto amamos, son infinitas, al tiempo que intrascendentes. Se desconoce quién es el culpable de la inusitada pasión que se ha despertado por esta banda, durante tantos años olvidada, no obstante, mi más sincera enhorabuena a los propagandistas de Munster o Electro Harmonix, sellos encargados de las últimas reediciones de Los Saicos. Quizá la respuesta a cuándo acabará coincida con el fin de existencias de estos discos en su stock.
Siempre he opinado que el Punk debe estar lejos de universidades, museos, escuelas de arte o de cualquier lugar «oficial», y más en las calles, donde surgió y está la gente que lo vive. Me gustaria saber que opinión tiene usted.
Estimada persona-que-no-se-presenta, el origen callejero y marginal del Punk esta ciertamente sobrevalorado, ya que, es de sobra conocido que al menos una parte de su origen procede de las Escuelas de Arte. Dicho esto, coincido contigo en que a menudo la incursión con calzador de la «cuestión Punk» en ambientes académicos o artísticos actuales es una disección superficial y manida de un fenómeno visto desde la distancia, destinado a provocar la falsa admiración que da lo contracultural, en el mejor de los casos. Recomiendo encarecidamente a la juventud el sano ejercicio de boicotear todo acto pseudocultural donde se muestre el «Punk» como un modelo dinosáurico, inocuo y vacío de contenido.
Individuocolectivo: Hola profesor. Me ha gustado mucho su estilo y filosofía. Creo que es la persona adecuada para orientarme en mi problema. He sido un entregado militante del Punk durante diez años, pero ahora estoy sufriendo una crisis de fe identitataria, musical, de valores y de todo tipo, y todo lo que rodea a esas cuatro letras ha dejado de llenarme. Qué puedo hacer? Qué debo pensar? Está todo perdido? Me he convertido en un viejo?
Estimado Individuocolectivo, planteas una cuestión de no fácil respuesta. Como ya dijo Bertrand Russel, «Solo los ignorantes estan completamente seguros (y son los culpables de la mayor parte de los problemas del mundo)». Es natural, y hasta necesario, llegar a un estado en que te interrogues sobre qué rol juega el Punk en tu vida, y porque alguna vez decidiste introducirte en su turbulento camino. ¿Fué para manifestar tu inconformismo?¿Para encontrar tu identidad en un colectivo?¿Para acercarte a esa persona que te gustaba?¿O simple odio a la música? Todas son respuestas válidas, en un momento concreto. Pero los momentos pasan, como nosotros mismos evolucionamos. El Punk es heteregéneo, y aporta cosas de gran valor. Selecciona las buenas, y disfrútalas el resto de tu vida. Y sigue evolucionando. No perteneces a una secta que no puedas abandonar. Tampoco es un mal ejercicio, si alguna vez tuviste una banda primeriza, plasmar lo mejor de ella en un estallido final, para cerrar un ciclo, y goce de tus allegados.
Teresa (Sevilla): Hay una cosa que me preocupa mucho, últimamente, Profesor. Mis amigos fuman muchos porros, y a mi no me sientan nada bien. Cuando les recrimino que los punkis no fuman porros, porque es una droga de hippies, se mosquean, me dicen que es mentira, y me dan de lado. ¿Acaso no es verdad lo que les digo?¿Cómo hago que cambien de actitud?
Estimada Teresa, la razón esta de tu lado, no lo dudes. Las sustancias derivadas del cannabis están históricamente asociadas a los jovenes que han presentado una mayor pasividad ante la vida, aceptando sus sinsabores, y buscando una evasión vacua. Aunque su estética y cultura musical sean agresivas, no te dejes engañar. Si bien es cierto que las sustancias narcóticas, en general, han ido unidas siempre a los movimientos juveniles, alternativos e incluso contestatarios, si hay barreras que es recomendable no traspasar. Te recomiendo una sutil táctica de acoso y derribo. No te acobardes por una reacción adversa, al principio. Insiste hasta quebrar su ánimo, con invectivas aparentemente casuales, hacia su molesto hábito drogodependiente.
César (26 años. Madrid): Poco a poco estoy cogiendo conciencia por los derechos de los animales, y después de un año siendo vegetariano, he decidido dar el paso hacia el veganismo. El problema es que desde hace años tengo una chupa de cuero a la que tengo mucho aprecio porque ha sido mi compañera en muchas de mis aventuras y muchos de mis recuerdos van unidos a esa chupa, pero por otro lado, desde que soy vegano, no puedo permanecer insensible al sufrimiento que produce a miles de animales llevar prendas como esa y su olor a vaca muerta despierta en mi un gran sentimiento de culpa. Es un tema que me está afectando mucho, hasta el punto de soñar con ello. Por un lado me sentiría fatal por separarme de mi fiel compañera, pero por otro lado quiero que mi armario sea un armario y no un cementerio de animales inocentes ¿Qué me aconsejarías? Un saludo.
Estimado César, creo interpretar por tus sinceras palabras que vives en un estado de ansiedad que es del todo innecesario, y además, puede ser muy perjudicial para tu salud. Lo cual como defensor de los animales es, ya de por si, contraproducente. Si aún tienes dilemas de este tipo debes asumir que eres lo que en el argot se define como «un carnaca deshumanizado», y el día menos pensado te verás sentado frente a un plato de cochinillo asado, dispuesto a perpetrar un acto sin retorno. Piensa honestamente en las razones que te han llevado a modificar tu dieta, y si, acaso, no están relacionadas con encajar en tu entorno, más que con una sensibilidad que, por desgracia, el ser humano ha perdido hace muchas generaciones, si es que alguna vez la tuvo. Cualquier intento de imponerte algo en contra de tu voluntad puede ser muy nocivo, aparte de que tu credibilidad se verá seriamente perjudicada entre esa misma gente que pretendes impresionar, por lo que tendrás que estar preparado para escuchar muchos comentarios desagradables.
Ainara (22 años. Bilbao): Dentro de poco tocarán los Damned en mi ciudad ¿Merece la pena verlos a día de hoy?
Estimada Ainara, te puedo contar que la experiencia se resumirá en que abonarás no menos de 20 Euros, por ver a unos señores de edad avanzada, con cierto síndrome de Peter Pan, tocando temas de indudable valor, tanto para la nostalgia como para el gusto por la música y el espectáculo. Por supuesto nada que ver con lo que fueron en su origen, ni cerca de lo que se entiende por Punk, del que se desvincularon definitivamente tras su tercer disco Machine Gun Etiquette, en 1979. Con bastante probabilidad un buen concierto de Rock, como hay miles. Es recomendable ver a The Damned alguna vez en tu vida, pero ten en cuenta la cantidad de bandas jovenes y frescas, en su momento álgido, que puedes ver por el mismo dinero. Tuya es la decisión.
AngryBoy (Oviedo): me gustaría saber si es más auténtico llevar los parches cosidos o con imperdibles, gracias.
Estimado Angryboy, hay una tendencia a pensar que lo más correcto es llevarlos cosidos, porque da imagen de que estás afianzado en tus convicciones de ser un Punk, de por vida, y como todo el mundo sabe, el compromiso con una estética tiene un importante valor añadido sobre tu personalidad. Un sector minoritario prefiere llenar su ropa de imperdibles, sujetándolos a la vieja usanza, y mostrando un aspecto más desastrado. Lo accesorio e intercambiable, también tiene su belleza, no lo olvides. Lo realmente importante es preguntarte qué quieres transmitir con tus parches, y a quién pretendes impresionar. Una vez sepas esto, puede que descubras nuevos métodos para fijar parches a tu indumentaria, como la cinta aislante, o el pegamento industrial, útil también para otros fines.
Mario (17 años): Soy un punk radikal del barrio de San Blas (Madrid). Me enkanta el punk klasiko como los Petra, Non Servium, Animales Muertos o Eskorbuto. Me mola echarme unos litros con los kolegas en algun CSO y algún tirito de spiz tambien kae de ven en kuando jeje. La movida es ke mis kolegas estan empezando a dar el koñazo con las raves y la musika elektronica y esas mierdas ke me parecen una basura. A mi me gusta el punk de toda la vida hecho con guitarras y todo eso y la musika tekno me aburre pero al final siempre termino llendo a esas fiestas porke van todos mis kolegas y no me atrevo a decir ke no me molan para no parezer un tio raro jeje. Ke hago?
Estimado Mario, he de mostrarme tajante con este tema, pues es cierto que el fenómeno de las raves es motivo de preocupación. Lo más correcto sería definirlas como un cáncer deshumanizador de la juventud, además de ser un pasatiempo inútil que jamás se podrá asemejar a la sensación de ver a una banda en directo expresando su rabia. Sin duda, tu tienes la razón y tus amigos están equivocados. No debes sentir vergüenza en absoluto a rechazar esos eventos alienantes, ni a mostrarles a tus amigos que sus alternativas de ocio son despreciables. Si es tu deseo, persiste en la social litrona y la jovial anfetamina barata, pero eso si, quizá debas replantearte tu escala de bandas clásicas, y mirar unos años atrás, y hacia el extranjero. Si estás realmente interesado, llegarás a descubrir un mundo donde el significado de «clásico» adquirirá un nuevo valor.
Cristina (23 años. Talavera): Hola profesor, me gustaría saber su opinión sobre el último disco de Ty Segall. Gracias.
Estimada Cristina, por lo que he escuchado es un artefacto producido para consumo de los nuevos jovenes sin un gusto musical formado, que corren tras la última propuesta de revistas de tendencias sin personalidad. No es un disco que merezca el interés de nadie con algo de inquietud, salvo que pase las tardes consumiendo drogas blandas, pensando en su siguiente tatuaje, o consultando en Google métodos para aumentar su pobre vello facial o peinar su flequillo recto.